
El Gobierno elimina retenciones a exportaciones de petróleo convencional con precios bajos
La medida busca reactivar áreas maduras y aliviar la carga fiscal sobre operadoras chicas en un segmento en retroceso.

La subida de más de 5 % del crudo ligada a sanciones de EE.UU. y la Unión Europea contra compañías rusas abre nuevas dinámicas de oferta que también pueden afectar al mercado energético argentino.
Política y Regulación24/10/2025
Redacción

Las sanciones recientes de EE.UU. — que apuntan a las empresas Rosneft y Lukoil — y un nuevo paquete de medidas en la Unión Europea (UE) provocaron un alza superior al 5 % en los precios del crudo tipo Brent y WTI. Los analistas interpretan que la medida busca ejercer presión sobre la Federación Rusa para contener su financiación de la guerra en Ucrania, lo cual tiene un efecto directo en la oferta global de hidrocarburos.


Para la Argentina, esta situación merece un análisis puntual en varios frentes. Por un lado, como productor emergente — con producción récord impulsada por la formación de Vaca Muerta, que ya representa más del 50 % de la producción petrolera del país — una mayor tensión en los mercados internacionales del crudo implica una oportunidad: precios más altos pueden traducirse en mayor renta para productores locales, mayor ingreso de divisas y estímulo al desarrollo de infraestructura exportadora.
Sin embargo, también existen riesgos estratégicos para el país. El alza del precio internacional del crudo puede derivar en mayores costos internos de importación de combustibles refinados o insumos, si bien la Argentina ha reducido su necesidad de importación neta y avanza como exportador. Además, una oferta global más ajustada tiende a generar mayor volatilidad, lo cual complica la planificación del sector upstream y downstream en un contexto local ya afectado por restricciones cambiarias, inflación y déficit fiscal.
Por último, el escenario sancionatorio global marca también un "nuevo mapa" de confiabilidad de suministro y de alianzas energéticas. La Argentina podría verse beneficiada como alternativa de producción en el largo plazo, pero para ello necesita consolidar un marco regulatorio estable, atraer inversión extranjera y asegurar que su cadena de valor (infraestructura, transporte, refinación) esté lista para aprovechar una ventana internacional más exigente. En ese sentido, la subida del crudo actuará como un "acelerador" que pone al país ante una bifurcación: quedará quien aproveche el momento o quien lo vea pasar.

La medida busca reactivar áreas maduras y aliviar la carga fiscal sobre operadoras chicas en un segmento en retroceso.

La presión internacional por abandonar petróleo, gas y carbón crece, con implicancias concretas para exportadores como Argentina.

Más de 1.600 representantes de la industria fósil asisten a la cumbre climática en Brasil, eclipsando a la mayoría de las delegaciones nacionales.

Mientras Europa endurece exigencias ambientales a sus proveedores de gas, Brasil apuesta a la economía verde como motor de empleo. Argentina debe leer ambos movimientos como advertencia estratégica.

La provincia participó en Río de Janeiro del Foro de Líderes Locales y reclamó mayor protagonismo en la implementación del Acuerdo de París.

La petrolera rusa anunció la desinversión de sus negocios fuera de Rusia, bajo presión de nuevas sanciones que restringen sus operaciones internacionales.

El respaldo político y financiero, con apoyo explícito de EE.UU., mejora las condiciones para inversiones estratégicas en Vaca Muerta y exportación de hidrocarburos.

Bruselas avanza con un nuevo paquete de sanciones energéticas que afecta directamente los ingresos petroleros y gasíferos de Moscú.




